martes, 30 de noviembre de 2010
Soy Mi Propio Invento
Yo soy mi propio invento, desde hace once años.
En aquél momento me dí cuenta que toda mi vida y las cosas que sucedían en ella, eran mi responsabilidad.
Y no todo eso era lo que yo quería para mí realmente.
Entonces decidí dejar todo aquello, y reinventarme yo mismo, nuevamente.
Cambié mi nombre, dejé todas mis amistades y actividades conocidas, y comenzé otra vida.
Con mucha alegría de saber que realmente yo podía hacer esto, aunque fué con mucho esfuerzo.
Toda la gente que me conoce desde aquel momento,
me conocen como Zeta Forest. Y yo crecí de nuevo.
Con una conexión más fuerte con el amor, con la responsabilidad; con Intento.
Últimamente me he encontrado con algunas personas, amigos de mi vieja vida.
Y yo siento en ellos una fuerza de ubicarme a mi en el que ellos conocían.
Y esto no me hace bien.
Y creo que dejaré de verlos otra vez, porque yo soy feliz siendo Zeta Forest, y ellos no lo pueden soportar. O yo no puedo soportar sus prejuicios.
Soy Zeta Forest!
Con Amor
Pavada de confesión!
lunes, 29 de septiembre de 2008
Pasos de Guerrero, Margarita Mogilner
A partir de un día preciso
encontró, aún vacilante, el sendero.
Al principio sus pasos fueron inciertos,
luego un latido interno lo impulsó
hacia la certeza del recorrido.
Cada vez más firme, más seguro, más rápido.
La distancia se convirtió en tiempo.
Pocas horas en millones de kilómetros.
Cada vez más, más intensidad, más vuelo,
un expandirse desde adentro...un irse.
Hacia el final era pura luz.
martes, 9 de octubre de 2007
El efecto Mariposa
Recordar es un acto responsable que no siempre es placentero pero que con asistencia adecuada se convierte en un acto sanador.
Y digo con la asistencia adecuada porque hay veces que cuando recuerdo me invade tan gran sensación de angustia que casi estalla mi cabeza y mi pecho también.
A veces, luego de recordar, me pregunto quien soy, de verdad, otra vez ¿quien soy?.
Soy todos esos recuerdos que me angustian, soy éste que recuerda los recuerdos que angustian, soy el que mira a los dos anteriores con expresión de asombro ante la supervivencia de espécimen tan raro.
También el que decide cortar de recordar y que ya fue suficiente por esta vez. El corazón con sus latidos así lo indica.
Otras veces es mas bravo el asunto, pues la pregunta que surge luego de recordar es ¿que siento?¿que tengo que sentir?¿porque no sé lo que siento?
Luego de estas quedo devastado y me cuesta bastante esfuerzo recomponerme y volver a alguna expresión como para responder alguna pregunta de alguien que cruza conmigo.
De cualquier forma en que ocurra, siempre sé que es bueno.
Luego de esos momentos donde una gran ola de confusión me envuelve, me siento lavado por dentro de la piel de mi pecho.
Recordar es casi como un mapa de por donde seguir en este laberinto misterioso.
Recordar y soltar, recordar y soltar, recordar y soltar...el efecto mariposa