viernes, 14 de septiembre de 2007

La música del infinito


La noche del domingo me fui a dormir temprano.Había sido un fin de semana lluvioso y el domingo por la tarde me sentía aburrido.Así que me dormí mientras leía un libro.
Durmiendo me sentí invadido por la sensación de que algo iba a ocurrir,inmediatamente sentí que estaba mojado.De a poco comencé a salir del estado de somnolencia,con la molestia certera de lo que había ocurrido.Abrí los ojos y vi que estaba eyaculando sin parar;toda la cama y parte del piso estaba cubierta de semen,pero era raro,demasiado espeso en algunas partes.Me sentí muy contrariado y molesto por lo ocurrido,y sorprendido por la cantidad sumamente exagerada que había por todos lados.
Así me levante,acompañado de la somnolencia normal de despertarte a la madrugada y me puse a juntar con las manos la sustancia de entre el piso y las sabanas.Mientras me dirigía al baño,me pareció raro que tuviera la apariencia y consistencia de una silicona que esta fraguando;cuando estaba arrojándolo al inodoro pensé "que cantidad de conciencia desperdiciada" y se me ocurrió olerlo.Me lleve una sorpresa tremenda,no tenía olor, pero esto no fue tanto como encontrarme mirando mis manos cubiertas de esta substancia.Me asusté,porque tomé conciencia que estaba soñando,así que corrí a mi cama con la intención de seguir durmiendo;mi cama estaba con las sabanas limpias que había puesto esa noche.Me metí de un salto y me tapé,me di vuelta y me quedé dormido de inmediato.
Entonces me encontré en las afueras de una casa con un amplio parque boscoso,donde parecía haber una fiesta.Se escuchaba música y se veían entre el follaje de los arboles que rodeaban la casa algunas siluetas de mujeres con sus vestidos de fiesta.La noche era clara y el cielo estaba limpio y sin estrellas.Comencé a vagar por el claro del bosque y me crucé con una mujer que me resultó conocida,pero no veía su rostro porque estaba de espaldas a mi.Si distinguía su cabello que me era muy familiar.Levanté la mirada al cielo y allí había una luna enorme,que no era blanca y brillante,sino gris,casi plateada.Me quede mirándola y vi a lo lejos en la altura las siluetas recortadas de algo que parecían ser aves que volaban hacia mi desde la luna,muy lejos , en grupo.Por lo inclinada de mi posición de observación,mi cabeza se fue para atrás y se apoyó suavemente contra la cabeza de de aquella mujer que me resultaba conocida.Supe en ese instante,mientras seguía mirando aquellas aves raras,que estábamos apoyados por la nuca dándonos la espalda,y supuse que ella también las estaba viendo.
El contacto con su cabeza me relajó,con un sentimiento de profundo afecto por ella.La visión de las aves era desconcertante,ya que se veían como las las de gaviotas que que se pintan en algunos cuadros.Iba a preguntarle si ella también las estaba viendo y en ese momento las aves cambiaron su forma al acortarse la distancia,y se parecieron a ventanas sin marcos,con dos cristales horizontales.El de arriba negro y el de abajo translucido,alternado las posiciones ,en un titilar intrigante.Me sentía maravillado con lo que estaba viendo,pero no podía definir y le pregunte a mi compañera:
-¿las estas viendo?¿que son?
Inmediatamente las ventanas cambiaron y se hicieron claramente visibles,ya mucho mas próximas.
Eran notas musicales de color negro.Corcheas,fusas,blancas,negras,semifusas y llaves estaban ahí,en el cielo,moviéndose al compás de alguna melodía que yo no alcanzaba a oír y supe que eso,era la música del infinito.
En el preciso instante de tener esta revelación ,mi compañera y yo caímos sentados al suelo,como si se hubiera corrido de lugar.
El impacto hizo que nos miráramos cara a cara,y yo supe que no podía ser ella,porque estaba soñando.
Nos miramos con ternura un instante,en el que le dije que había visto la música del infinito y ella contestó que era solo para mi lo que vi,ella no había visto nada.
Enseguida unas luces que nos rodeaban me llamaron la atención.Le dí un beso en la mejilla sintiendo que la amaba,me di vuelta y vi que estábamos los dos en el piso del espacio que hay entre las góndolas de un hipermercado.
-¡Estamos en Carrefour!-exclamé exaltado y al tiempo de terminar la frase me desperté,en mi cama limpia,con las sabanas que había puesto esa noche.Eran las cinco y media de la mañana.Repasé el suceso mentalmente y decidí descansar una hora,ya que mi día laboral comenzaba en un rato.
Hoy,lunes,me siento afortunado de haber tenido esta experiencia
Zeta Forest